El autor. Ver Abril 2013 .

La Obra.


    Libro dedicado. En la foto aparece el autor junto con José Miguel Giráldez, periodista de El Correo Gallego, el día de la presentación de esta obra en Santiago de Compostela. Y dicho lo cual, bien podría remontarme a la reseña que hice de su anterior libro, Las leyes de la frontera, en 2013, para no  repetirme. Que de eso se trata exactamente, que Javier Cercas, en su estilo, se mantiene fiel a sí mismo. Se diría que es marca de la casa lo de mezclar realidad con ficción. Y puestos a enfrentarnos con algo tan real como la vida misma, incluso se van a encontrar con su amigo y cineasta David Trueba, recreándonos con la separación de éste de la madre de sus dos hijos en 2009 a causa de la aparición en escena de Mortensen, una de las estrellas de     Hollywood. Para mí, sinceramente, se trata de unas conversaciones que estimo fuera de lugar.

     Algo, por supuesto bueno, debe  de tener aparentemente este autor, ya que disfruta de una nada despreciable cifra de críticos que valoran muy positivamente su obra. Yo, sintiéndolo mucho, no comulgo con tales apreciaciones. En la mayoria de las ocasiones no me convencen para nada aquellos  que pretenden pasar por novela lo que es fundamentalmente una reseña histórica, un crónica, en este caso eso sí muy bien documentada, no carente de informaciones muy interesantes y, por supuesto, reales.

     El monarca de las sombras “narra la búsqueda del rastro perdido de un muchacho casi anónimo que peleó por una causa injusta y murió en el lado equivocado de la historia. Se llamaba Manuel Mena, y en 1936, al estallar la guerra civil, se incorporó al ejercito de Franco; dos años después murió combatiendo en la batalla del Ebro, y durante décadas se convirtió en el héroe oficial de su familia. Era tío abuelo de Javier Cercas, quien siempre se negó a indagar en su historia, hasta que se sintió obligado a hacerlo”. Así reza la contraportada del libro.

     No me resisto a poner en evidencia dos datos curiosos presentes en este libro. Primero, el de la figura del maestro que cambió la mentalidad del pueblo, Eladio Viñuela,el padre del científico que investiga el virus de la peste porcina africana; y el segundo, la toma del título del libro, procedente de un episodio de la Odisea, Canto XI, cuando Ulises encuentra a Aquiles en el reino de las sombras.