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El autor: Judío, burgués, buen escritor (estilo claro), alcanzó gran popularidad. Murió en Petrópolis (Brasil). Causa de su muerte: se suicidó (en compañía de su segunda mujer) creyendo que el nazismo se extendería a todo el mundo (alguien dijo que el destino de los seres excepcionales ha sido siempre el de ver cómo la historia les pasaba por encima).
El libro: Muy recomendable. Entretiene, se lee de un tirón. Informa: un gran retrato (personal) de la Europa del siglo XX, con sus dos guerras mundiales, recordándonos que hubo otra vez un periodo de paz en Europa en el que la confianza, la esperanza y la seguridad eran la norma. Después vino el odio, la desmembración, la maldición de los nacionalismos. Aparecen muchos personajes excepcionales con los que el autor tuvo relación: Rilke, Freud, Rodin, Strauss, Hoffmansthal, Schnitzler, entre otros.
Muchos políticos nacionalistas son unos auténticos sembradores de odio.
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