Philippe Sollers. Una verdadera novela. Memorias. Madrid, Editorial Páginas de Espuma, S.L.
   
 

El autor: Nació en Burdeos, 1936, en el seno de una familia burguesa. Escritor y filósofo. Su verdadero nombre: Philippe Joyaux –Joya-. Educado en los jesuitas. Impulsor de la revista Tel Quel, que reunió en sus páginas lo mejor de la cultura francesa de la segunda mitad del siglo XX. Se casó en 1975 con la búlgara Julia Kristeva, escritora y psicoanalista. Es uno de los intelectuales más prestigiosos e inquietos de la cultura contemporánea.

El libro: Ni novela ni memorias al uso. En gran medida  se centra en dejar constancia de lo que su autor ama y lo que detesta. Páginas que dejan traslucir egocentrismo y una buena dosis de resentimiento (considera que le respetará más la posteridad que el presente, ya que hoy ni le entienden ni le quieren). Su santa trinidad: Dios, sexo y el arte. Sus amores: Venecia, Mozart y Casanova. Escrito con un estilo muy personal, se regodea en las palabras y a veces logra momentos sorprendentes y brillantes, a veces puede atraer y a veces puede cansar. A muchos les puede resultar un libro entretenido, sobre todo a los interesados en el pensamiento francés del siglo XX pero personalmente no lo consideraría una verdadera “joya”. Después de leer el libro, me quedó meridianamente claro que los suyos más que aborrecerlo lo que le tienen es envidia por libertino (“niño malo”):

“Finalmente di la vuelta a los prejuicios que me conciernen. Origen “burgués”, ni vichysta ni tradicionalista, mala nota. Depravado católico, malo, malo. Expulsado un poco por todas partes, incluido el ejército, extraño. Relación, a los quince años, con una diabólica extranjera, más bien lesbiana, de edad dos veces mayor y de nivel social “inferior”, execrable. De nuevo con una mujer bellísima de más edad (pero no tiene edad, y eso provoca el escándalo) que no es realmente francesa puesto que su origen es belga, pero, sobre todo, judía polaca, muy mal tolerado. Clandestinidad buscada, rebuscada, y nunca cumplida, extraordinariamente sospechoso. Y además una joven y bonita extranjera, llegada, en aquella época, de un país comunista, brillante intelectual que ha llegado a ser, además, “esposa legítima”, traición, deserción, defección, cordón sanitario, cuidado.”  

En Francia, a lo que se deduce, si las novias son extranjeras, mayores en edad que uno y de otra clase social eres un subversivo.

   
 
                                                 Si quieres ser feliz de verdad, no te olvides de olvidar.
   
 
 
 
Libros
Notas de prensa y colaboraciones
Enlaces
Contacto
Tu compra
Mis recomendaciones entrefraseadas
Literatura de Viajes
Bookmark and Share