Mariana Enríquez. Nuestra parte de noche. Anagrama, Barcelona, 2019.

   
 

La autora.

Nacida en Buenos Aires, 1973. Periodista, escritora y docente. Directora de Letras del Fondo Nacional de las Artes. Subdirectora del suplemento Radar del diario Página/12. Ha publicado cuentos que se enmarcan en el género de terror y las novelas Bajar es lo peor (1995), Cómo desaparecer completamente (2004), Este es el mar (2017) y Nuestra parte de noche (2019), que recibió el Premio Herralde de Novela y el Premio Celsius a la mejor novela de ciencia ficción, terror o fantasía escrita en español. También recibió en 2017 el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría “Literatura en Lengua Castellana”.


La Obra.


   

Ya saben que para gustos, colores. Pues eso, que no faltarán los apasionados de esta novela, incluso las críticas absolutamente entregadas y algunos confesarán que hasta les pudo la intriga, lo que, por cierto, también me pasó a mí: ver como terminaba este tocho de libro embrollado, con bastante de deslavazado y con su fondo de tomadura de pelo, que todo eso me condujo a sacrificar bastantes horas de mi vida, que somos así de masoquistas. Tengo que reconocer la magnífica dosis de imaginación, desbordada os lo juro, de la autora, que nos recuerda lejanamente la tradición tan propia del realismo mágico, tan imitado y tan inimitable. De verdad, un tremendo esfuerzo: médiums, poderes especiales, sociedad secreta, rituales, liturgias sexuales y sexo entre hombres, sacrificios humanos, desapariciones, monstruos, vamos, que no falta de nada. Si eso es fundamento suficiente para que a un escritor lo tachen de deslumbrante, lo consigue con creces.

Y no, no escribe mal esta autora. Así que lo tengo que admitir, que no me cabe otra posibilidad que respetar a sus entregados lectores, que el que a mí me no me vaya este tipo de “música”, ya me entienden, o de género, ¿de terror?, es problema mío. Personalmente el único escalofrío que me produjo fue el de enfrentarme a tantas páginas. Y conseguir terminarlo. Pero tampoco el final me convenció. Desde luego no les recomiendo la lectura de sus casi 700 páginas a los que no les guste el género fantástico-terror, ya que se les va a poner cuesta arriba, como me pasó a mí. Para los no aficionados no resulta nada fácil meterse en esta historia de médiums. En definitiva, por una vez he de reconocer que compré el libro equivocado. Por eso mismo quizás no debería realizar esta reseña.

Por otro lado, voy a contradecirme -es evidente que la mente humana se presta a esas cosas, misterios de nuestro cerebro-, admito que para los amantes del género bien pudieran considerarla una obra genial por muchos motivos: imaginación a raudales, ensamblaje preciso entre la irrealidad-realidad –de una época argentina-, bien escrito, demostración por parte de la autora del dominio del inglés y de la actuación profesional médica y, más aún, propia de una avezada cirujana: se maneja con gran maestría entre la sangre, las vísceras, los huesos y las cicatrices.

Resumen. Nuestra parte de noche es la historia de un padre, Juan, miembro de una sociedad secreta que rinde culto a San La Muerte y que busca la vida eterna mediante atroces rituales. Juan es el médium de la orden y su hijo, el pequeño Gaspar, también está llamado a serlo si su padre no puede evitarlo. La madre murió en circunstancias poco claras. En esa lucha por parte de Juan contra los líderes de la Orden – dirigida por la familia de la madre de Gaspar- recorreremos los caminos de ambos, juntos y por separado, y como trasfondo de ese viaje, Argentina, y las maldades humanas que empañan la historia y una dictadura militar que la llena de desaparecidos. Todo ello contado en seis muy grandes capítulos, con una narración no lineal, de larga extensión, en los que nos vamos a encontrar con lo real y lo irreal, con diferentes voces, registros, tiempos y lugares.

Reitero que para leer este libro con placer, y hasta diría que con provecho, sin discusión, tiene que gustarte el género. Supongo que los tópicos siempre tendrán sus fervientes defensores. De lo contrario te va a costar, ya no digamos al principio. Por lo que a mí respecta no tengo perdón, no analicé lo que compraba y me dejé llevar, cosa que no suelo hacer, por los premios que lo avalan.

 

 

   
 

Los que añoran la dictadura es porque se dieron cuenta de que vivir en libertad conlleva más complicaciones.

   
 
 
 
Libros
Notas de prensa y colaboraciones
Enlaces
Contacto
Tu compra
Mis recomendaciones entrefraseadas
Literatura de Viajes
Bookmark and Share