David Trueba. Saber perder. Undécima edición en "Compactos". Anagrama, Barcelona, 2019.

   
 

El autor.

Nació en 1969, Madrid. Escritor, periodista, director de cine, guionista, actor. De nombre completo David Rodríguez Trueba. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Completó su formación en los EE.UU. Destaca como director de cine. Como escritor ha publicado Abierto toda la noche (1995), Cuatro amigos (1999), Saber perder (2008), Blitz (2015), Tierra de campos (2017), El río baja sucio (2019). Como escritor recibió el Premio Nacional de la Crítica, Premio Los Libreros Recomiendan 2018, Premio de la Crítica de Madrid, aparte de muchos otros premios relacionados con su dedicación al cine. Traducido a varios idiomas.


La Obra.


   

Otro libro que me regalaron. Seguro, siempre cabe el error, que fue una recomendación del librero, de un librero que no me conoce. Diría que se trata de un libro muy adecuado para el gran público, y con ese gran quiero referirme a todo tipo de público. Literatura sencilla, entretenida, no exenta de matices, ni de anécdotas, ni de chistes y, como toda obra humana, a pesar de la minuciosidad de los detalles, no exenta de algún gazapo, como corresponde muchas veces a una buena obra humana. Puede resultar sano huir de la perfección, que otra cosa es ofrecer datos incorrectos: la enfermedad de Bertchew a mi sano entender se debe corresponder con la enfermedad de Bechterew, también llamada espondilitis anquilosante. A lo anterior añádanle futbol, bastante, que para muchos incluso puede tratarse de un valor añadido. Lean, sí, en este libro, para que vean que no está exento de apreciaciones que algo dan que pensar:

«El fútbol es un deporte muy raro al que juegan unos eternos adolescentes descerebrados y millonarios, pero que mueven unas maquinarias que hacen feliz a cientos de miles de descerebrados mucho menos favorecidos económicamente». 

Esta novela relata las vicisitudes acaecidas en un momento de las vidas entrecruzadas de cuatro personajes que residen en Madrid y que luchan por la supervivencia, enfrentados a esa realidad inexorable que, en ocasiones, lo mejor que te ofrece es la posibilidad de “saber perder”: un anciano, un adulto, una adolescente y un futbolista. Una novela urbana, hiperrealista. Esquematizo las historias de estos cuatro protagonistas, aunque el principal papel le haya sido reservado al virtuoso del balón o, no sé si más acertado, al fútbol:

  • La de un anciano, Leandro, cuya mujer se está muriendo mientras él busca refugio con una prostituta que trata de hacerse con todos sus ahorros.

  • La de un fracasado, Lorenzo, hijo del anterior, separado y asesino del que fue su mejor amigo y al que culpa de sus desgracias.

  • Una adolescente, Sylvia, que tras ser atropellada por un famoso futbolista, argentino, inicia con él una relación amorosa sin posibilidades de tener futuro.

  • Y el que faltaba, Ariel, un futbolista, el argentino claro, recién llegado a Madrid para jugar en un gran equipo, al que pueden la fama, las intrigas, los tejemanejes y el sentirse en un país extraño.

Con esos mimbres, surge un libro bien construido, que se puede considerar actual –todavía-, que, como lo demuestra el número de ediciones, ha contado ya con muchos lectores. Así que quién soy yo para juzgarlo.

 

 

   
 

La vida es un juego. Cada uno nace con las cartas que le han correspondido pero el resto lo tienes que poner tú: levantarte temprano, demostrar tesón, sonreír en el momento oportuno, tener paciencia, fijarte en lo que haces y en cómo hacerlo. Así que eres “libre” de jugar con los cinco sentidos puestos o de alegar que te han hecho trampa, con lo que a algunos tampoco les va tan mal, y otros se convierten en unos auténticos fracasados.

   
 
 
 
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