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La autora. Nacida en Madrid, 12 de octubre de 1971. Novelista, cuentista, poeta y traductora del inglés al español. Estudió Derecho en la universidad Complutense de Madrid. Es autora de las novelas Las efímeras y Las hijas de Sara, así como de los libros de relatos La vida sumergida, El mes más cruel y Viajes inocentes. Ha publicado también varios libros de poesía. Ha traducido obras de autores como John Fowles, Penelope Fitzgerald, Henry James y Edith Wharton. Premio Ojo Crítico de Narrativa, nombrada Nuevo Talento Fnac.
La Obra.
Libro para los enamorados de la literatura. Cuando acabes de leerlo te quedarás con ganas de tratar de imitarlo, y eso es mucho decir. Un libro para despertar sensaciones, diferente, donde predomina la dimensión psicológica. La narrativa del cuento en nuestro país todavía adolece de adeptos, aunque pareciese que se están incrementando. Súmenle a la consideración anterior que el lector se va a encontrar con relatos que aparentemente no se entienden, que no tienen principio ni final. Grave. Y, en efecto, Pilar Adón no escribe literatura para entretener, escribe para lectores de verdad, para que leamos sus cuentos y los volvamos a releer, hasta que te acabes enterando de que detrás de ellos está la vida misma: enrevesada, surrealista, tan oscura tantas veces. Detrás de sus relatos no trates de buscar ninguna sorpresa final, explícita, porque la autora juega a decirte lo menos posible, a ocultarte información, pero que tú sabes que está ahí, que casi la percibes, pero que lograrlo es algo que solo a ti te corresponde. Los cuentos de verdad no te lo cuentan todo, te dejan con la miel en los labios, aseguran algunos (Un cuento no está completo si no le falta algo, dijo Eloy Tizón). No te quiero mentir: con la lectura de este libro tú vas a tener que poner mucho de tu parte, te vas a encontrar con mucha irracionalidad, mucha amenaza latente, con mucha vida sumergida, pero ¿no es eso lo que buscan los auténticos amantes de la literatura?
El libro se compone de trece relatos y ninguno se convierte en protagonista a la hora de asignarle título al libro, porque “la vida sumergida” subyace detrás de todas las historias, todas beben de la misma esencia vital: lo instintivo, lo inaprensible, todo lo que te rodea y te condiciona sin realmente darte cuenta, aunque ayuden a tejer trampas, tales como los ambientes (a veces casi románticos) de estos cuentos: los paisajes boscosos (la naturaleza también va a lo suyo), los salones rusos y especiales lugares cerrados.
Y creo que sin decir mucho, he dicho bastante. Hermosa portada.
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