La autora. Nacida el 19 de febrero de 1952 en Oakland, California. Sus padres fueron emigrantes chinos que se trasladaron a los EE.UU. en busca de un futuro mejor. La tragedia afectó severamente a la familia cuando su padre y su hermano mayor murieron a causa de un tumor cerebral. La madre se trasladó con sus hijos a Suiza, donde la relación con Amy se vio resentida. En un momento dado la salud de su progenitora se afectó y su hija se prometió a si misma que si su salud se recuperaba la llevaría a China, lo que llegó  a suceder, por lo que para cumplir con su palabra terminaron haciendo el viaje en el año 1987. La  convivencia derivada de esa circunstancia le hizo ver nuevas perspectivas en la relación con su madre. El viaje representó una fuente de inspiración que le permitió poner en marcha su primer libro El club de la buena estrella, un best-seller y su obra más conocida, que ha sido traducido a 17 idiomas.   También escribió La esposa del dios del fuego (1991), Los cien sentidos secretos (1995), La hija del curandero (2001), En contra del destino (2003), Un lugar llamado nada (2005) y El valle del asombro (2013). Se puede decir que la mayoría de su obra se ha basado en explorar lo más íntimo e inexplicable de los lazos que unen a una madre con su hija. La cultura china está presente en todas sus obras.

La Obra.


Bien editada y bien traducida (Claudia Conde). Si se me permite, la trataría de novela curiosa, que nos permite descubrir un mundo muy especial, complejo y fascinante, como es el de las prostitutas de lujo en china. Argumento: 1912, Shanghái. Violeta es la hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de una casa de cortesanas de lujo, quien está convencida de que su madre no la quiere. Ambas mujeres  serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violeta en cortesana. Años después Violeta se verá sometida a los reveses de la suerte y se verá también separada de su hija Flora. Así, tres generaciones de mujeres que parecen condenadas a un mismo destino han de confrontar su pasado, compartirán secretos y deseos, que conducen a profundizar en la compleja relación entre madres e hijas.

Según parece la historia de este libro estaría basada en la sospecha, no confirmada, en realidad simplemente fantaseada, de que la abuela de Tan hubiese podido ser cortesana.  Los personajes están muy bien definidos y la autora nos acerca con gran eficacia a una época que coincide con la caída de la dinastía Ching y logra sumergirnos en una sociedad muy machista donde casi todos los hombres frecuentaban burdeles y que odia a los extranjeros. Pero las verdaderas protagonistas de la novela son las mujeres,  el mundo de las cortesanas, con sus envidias y el rápido declive de sus carreras. Conoceremos la vida de estas mujeres desde que se preparan para ser desfloradas, a una tierna edad por un hombre que ha de pagar un elevado estipendio por ello, hasta que pocos años después dejan de estar en la cúspide del negocio. Hay un dominio del lenguaje evidente por parte de la autora, significativamente bien documentada, con respecto a lo que es propio de una cultura muy ligada al uso de los simbolismos,  que conduce a un uso reiterativo de la metáfora en relación con los nombres asignados a los diferentes locales de cortesanas o a la hora de nombrar posturas sexuales o zonas erógenas del cuerpo humano, tanto femenino como masculino.