Sam Savage. Firmin. Barcelona, Editorial Seix Barral, colección Booket, séptima impresión, marzo 2011.

   
 

El autor. Nació en Carolina del Sur el 9 de noviembre de 1940 y en la actualidad reside en Madison, Wisconsin. Antes de comenzar a escribir fue mecánico de bicicletas, carpintero, pescador y tipógrafo. En 1968 se graduó en la Universidad de Yale, donde fue profesor por breve tiempo. Este novelista y poeta es conocido principalmente por su libro Firmin (2006). En el 2009 publicó una nueva novela, El lamento del perezoso.

 



La Obra.



Recomendada por un amigo. No la conocía, y no me avergüenzo por admitirlo. No considero que me estuviera perdiendo algo imprescindible, sino más bien un libro curioso y, sin lugar a dudas, interesante.

Sinopsis
Boston de los años 60.  Una rata se acoge en una librería para parir a su numerosa prole. Pronto se destaca Firmin, el más pequeño y débil eslabón de toda la camada. A punto de morir de hambre al ser incapaz de luchar contra sus hermanos por la leche de su madre, acaba por sobrevivir alimentándose de la celulosa que extrae del papel de libros. Con el tiempo descubrirá que ha aprendido a leer. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus medios se vuelven humanos. Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.

Así que este libro va, en efecto, de la historia de una rata, pero que en realidad no está tan alejada de la de algunos hombres. Podría tratarse de un humano que se percibe diferente, enfrentado a la soledad y a la sensación de no sentirse acoplado en ningún sitio, de alguien que se acaba dando cuenta, mal que le pese, de que es un bicho raro y de que por mucho que luche contra ello, por mucho que valga e incluso aporte, todos le darán la espalda. Se trata de eso, de lo que los demás creen que eres: una rata. La marginación, la maldita marginación que persigue a los distintos, que los aparta por más que lo intenten y crean en la posibilidad de ser aceptados. Firmín, disconforme con los suyos, rechazado hasta por su propia familia,  se atreve a soñar con lo imposible: con hermosas mujeres desnudas. Todo un idealista que no encuentra su lugar en el mundo, como no sea el de los que son como él. Al final, un escritor fracasado le adopta, le acepta como tal y apenas se sorprende de que lea. Ambos son unos parias. Por eso “este es el relato más triste que nunca he oído”. Firmin acaba reconociendo que no le merece la pena repetir la suerte de vivir la vida. Y hasta echa en falta que las ratas no tengan lágrimas.

Una novela corta, original, una fábula de hoy con un evidente trasfondo, con frases dignas de ser recordadas, que se hace amena y se lee rápido. Un best-seller que, mira por donde, se enmarca dentro de la buena literatura. Recomiendo su lectura.     





 

 

   
 

Nunca la diferencia entre las personas debe ser causa de inferioridad.

   
 
 
 
Libros
Notas de prensa y colaboraciones
Enlaces
Contacto
Tu compra
Mis recomendaciones entrefraseadas
Literatura de Viajes
Bookmark and Share