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El autor. Nacido en Bucarest, 1 de junio de 1956, es un poeta, narrador y ensayista. Es considerado por la crítica literaria elmás importante escritor rumano de la generación de 1980. En 1999 obtuvo su doctorado en literatura rumana, con una tesisacerca del posmodernismo rumano, coordinada por Paul Cornea, y publicada en ese mismo año por la editorial Humanitas, con la cual el autor firmó un contrato de exclusividad. De su obra poética destaca El levante (1990), que recibió el premio de la Unión de Escritores Rumanos. En 1993 dio el salto a la narrativa con su libro de cuentos Nostalgia, que recibió el premio de la Academia Rumana. A este libro le siguió Lulu (1994), que le valió el premio ASPRO. La notable, críptica y de reconocida dificultad estilística trilogía “Orbitor” (Cegador) apareció entre 1996 y 2007. En 2005 publicó la novela Solenoide. Recientemente ha publicado Las bellas extranjeras (2010), premio Euskadi de plata de narrativa, y El ojo castaño de nuestro amor. En 2015 fue galardonado con el Premio Austriaco de Literatura Europea. Ha sido traducido a muy diferentes lenguas. En España la mayoría de sus libros han aparecido publicados por la editorial Impedimenta. Suena con insistencia para ser el primer escritor rumano merecedor del Premio Nobel de Literatura.
La Obra.
Un escritor que escribe de una forma especial, que te engancha cuando lo lees sobre todo por como lo dice. Quizás por tal motivo, para lograr mantener esa forma tan especial de transmitir, era necesario un gran traductor y eso, de la mano de Marian Ochoa de Eribe, se ha conseguido plenamente.
En este libro, Cartarescu, narra su peripecia personal mediante cuentos, pequeñas estampas y ensayos, montando un libro parcialmente autobiográfico y con inspiradas incursiones en el terreno de lo fantástico. Por lo tanto, tratar de definir con más precisión esta obra, cuáles son sus objetivos, resulta un tanto complicado. Por ello me remito al texto de la contraportada, por si sirve para aclararlo: “Superada la barrera psicológica de los cincuenta años y con plena conciencia de que lo mejor «ha pasado», Cărtărescu nos invita a adentrarnos en su paisaje biográfico, geográfico y literario personal, en un tono que mezcla la comedia con una acentuada amargura existencial. En fin, no nos compliquemos más la vida y reconozcamos que se trataría de algo así como un cajón de sastre en el que todas las piezas se encontrarían, más o menos, hilvanadas por un hilo que sería el componente autobiográfico (el descubrimiento de la literatura, el fallecimiento de su hermano, el servicio militar y el nescafé o incluso unos jeans). Añadamos algo muy importante, sello indiscutible del autor, que se mire por donde se mire este libro rebosa belleza y sensibilidad, os lo aseguro. Se nota que el autor no es capaz de abandonar una forma especial de transmitir, él mismo dijo que su prosa sería una metamorfosis de su poesía, y lo hace tan bien, que genera lectores incondicionales. Añadir que Cartarescu afirmó en una entrevista “que este volumen de 'El ojo castaño' está especialmente preparado para el lector español, he intentado adaptar el libro para la mentalidad literaria española, tal y como yo la imagino”.
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