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El autor.
Madrid, 1975. Residió en Madrid, Granada, en cuya Universidad hizo estudios de Filología Hispánica, Córdoba y de nuevo en Madrid, donde trabajó como librero en las instalaciones del Museo Reina Sofía y también en la Librería Antonio Machado. Publicó su primer libro de poemas a los diecinueve años. Se le considera uno de los poetas más destacados de su generación. Colaborador como crítico literario en diferentes revistas, desempeñando tal función en la actualidad para el suplemento cultural Babelia. Codirigió el festival internacional de poesía cordobés Cosmopoética. De su obra poética destacan Echado a perder (2006), Premio Generación del 27, y Los allanadores (2015), galardonado con el Premio Ojo Crítico 2016. En el 2011 publicó su primera novela, Vida de Pablo, a la que siguieron El viaje a pie de Johann Sebastian (2014) y la actual Lejos de Kakania.
La Obra.
Probablemente llegué a este libro a través de mi interés por la poesía. Con el terminé mis lecturas correspondientes a las raras vacaciones del 2021, las del coronavirus. Claro, casualidades de la vida, después de leer a uno de los más famosos poetas contemporaneos, Adam Zagajewski, Una leve exageración, al que dediqué mi reseña anterior, que quieren que les diga: este libro no me gustó y punto. Tal fue asi, que estuve a punto de no molestarme en comentarlo. Me generó más de un momento de aburrimiento y eso, al final de campaña, resulta dificil remontarlo. Ahora bien, algo me empujó a no dejarme arrastrar por lo que me pedía el cuerpo o, más concretamente, mi fatigado cerebro: la indudable capacidad para narrar del autor, por cierto muy leído, y sus innegables momentos de aciertos, aunque ocasionales. El libro está bien escrito, algo digno de tener en cuenta. Casi me atrevo a adelantar que no se pierdan su próximo libro, debe haberlo y, con sus cualidades, porque tiene madera de excelente escritor, debería, deberá ser bueno, siempre que tenga en cuenta que, por momentos, su habilidad de palabra hasta le pierde.
En este libro predominan, resulta evidente, las vivencias personales, tan llenas de insatisfacciones y de desvalimientos, caldo de cultivo para germinar poetas, seres tan de otro mundo. Un libro de vivencias que pivotan sobre dos asuntos: precisamente la poesía, el substrato fundamental, y la amistad. Con respecto al primero de los aspectos se hacen múltiples consideraciones de todo tipo, tanto técnicas, como comentarios sobre autores y múltiples referencias culturales. Casi diríamos que culmina esta faceta con unas 125 páginas de poesía narrativa (¿a quien me recuerda?) las cuales, y más si no te atrae el mundo de la lírica, rompen con el conjunto de una forma rotunda, sobre todo si lo que te estan ofreciendo dicen que se trata de una novela. De fondo, un mundo donde la droga y sobre todo los porros estan llamativamente presentes, sin que las severas dificultades económicas pareciera que malograran en ningún momento la capacidad de aprovisionamiento de los implicados. La parte de la amistad se centra en un compañero de fatigas, otro desamparado, Virgilio, los dos a la búsqueda de qué hacer con sus vidas, flagelándose con sus rupturas y sus silencios y, a la vez, necesitándose para salir adelante.
Para los enamorados de la mezcla de géneros, especialmente para los que les gusta la poesía y también su mundo, de un autor capaz de narrar con maestría, puede resultarles un libro digno de perderse en su lectura.
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