El autor. Nacido en Londres, 1933, y fallecido en Nueva York, 2015. Hijo de médicos judíos. Fue un neurólogo y escritor, aficionado a la química y un gran divulgador de la ciencia. Estudio la carrera de medicina en Oxford. Después de pasar por Canadá, a partir de 1965 se trasladó a Nueva York. Fue profesor clínico de neurología en la Escuela de Medicina Albert Einstein (1966-2007) y, paralelamente, en la de la Universidad de Nueva York (1992 y 2007). En el año 2007 se unió a la facultad delCentro Médico de la Universidad de Columbia como profesor de neurología y psiquiatría y fue nombrado primer Artista en el campus Morningside Heights en reconocimiento a su contribución para tender puentes entre las artes y las ciencias. Regresó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York en el 2012 como profesor de neurología y neurólogo consultor en el Centro de Epilepsia de la institución. Comendador de la Orden del Imperio Británico. Recibió diferentes doctorados Honoris causa de diferentes universidades, así como muchos otros reconocimientos. Un asteroide descubierto en 2003, fue bautizado con su nombre en su honor. Uno de sus libros (Despertares) fue adaptado al cine, con Robin Williams y Robert de Niro como protagonistas. Publicaciones:  Migraine, 1970 (La jaqueca: estudio de un trastorno habitual); Awakenings, 1973 (Despertares); A leg to stand on, 1984 (Con una sola pierna); The man who mistook his wife for a hat, 1985 (El hombre que confundió a su mujer con un sombrero); Seeing voices: a journey into the world of the deaf, 1989 (Veo una voz: viaje al mundo de los sordos); An anthropologist on Mars, 1995 (Un antropólogo en Marte); The island of the colorblind, 1997 (La isla de los ciegos al color); Uncle Tungsten: memories of a chemical boyhood, 2001 (El tío Tungsteno: recuerdos de un químico precoz); Oaxaca journal, 2002 (Diario de Oaxaca); Musicophilia: tales of music and the brain, 2007 (Musicofilia: relatos de música y el cerebro); The mind’s eye, 2010 (Los ojos de la mente); Hallucinations, 2012 (Alucinaciones); On the move, 2015 (En movimiento).

La Obra.


Uno de esos libros que había dejado aparcado y desconozco las razones. A veces unos libros pueden con otros por motivos de poca monta, a veces solo por el título, simplemente por eso. Recordad que mi relación con la literatura se concentra fundamentalmente en mis vacaciones de verano, ya que después las actividades profesionales absorben mi atención. Por lo tanto, a esta Recomendación, redactada en agosto, le corresponderá aparecer en enero y estoy contento de que haya sucedido así. Vamos a comenzar bien el año. 

Este libro me ha gustado mucho por diferentes particularidades, pero he de reconocer que, como médico que soy y que pasé por épocas de una especial motivación que aún no me ha abandonado, en relación con el estudio de las enfermedades raras, en este caso concreto relacionadas con la neurología, ha sido lo que despertó en mí un especial interés. Por cierto, el mismo Sacks sufrió una de estas raras patologías, la denominada prosopagnosia (ceguera de las caras). Aun así se trata de una obra de interés para cualquier lector y, de hecho, aunque nos encontremos ante una autobiografía se puede leer como una novela, porque, en definitiva, eso es lo que ha sido realmente la vida de Sacks: una auténtica novela. Nos vamos a encontrar con la vida de un judío (aunque fue ateo tal condición siempre marca) que tuvo una infancia infeliz (eso también marca), homosexual (lo que también marca: “ojalá no hubieras nacido”, le espetó su madre al saberlo) y que, por encima de todo, tuvo una vida compleja, en continuo movimiento. Aficionado a la fotografía, practicó submarinismo, fue motero, se entregó a la halterofilia, se dejó dominar temporalmente por las drogas (sobre todo por las anfetaminas), naturalista, gran neurólogo y, desde luego, un médico de intensa dedicación a sus pacientes. ¡Quién da más! Resulta evidente que su faceta profesional sobresale en el contexto del libro. Ejerció como neurólogo buena parte de su vida al margen del paraguas científico y hospitalario y no en vano Sacks se queja de que sus publicaciones durante una buena parte de su vida merecieron un más que notorio silencio de parte de sus colegas, hasta que con el tiempo llegaron los reconocimientos.  Estamos ante la vida de un hombre nada convencional, vital, trabajador, intensamente volcado en su profesión, con sus defectos y sus grandes virtudes, que comenzó como “un lobo solitario” y acabó alcanzado metas reservadas a los que se salen del marco del común de los mortales. El libro se cierra con un final inesperado desde el punto de vista del encuentro con el amor compartido, descubierto después de tantos años de soledad, a la edad de 77, junto a Billy Hayes, el autor de El expreso de medianoche. Ese fue el regalo inesperado, después de toda una vida manteniendo las distancias.