Antonio Tabucchi . Sostiene Pereira . Barcelona, Editorial Anagrama.

   
 

El Autor. Nació en Pisa, el 24 de septiembre de 1943 y falleció en  Lisboa,  el 25 de marzo de 2012. Escritor y profesor de Lengua y Literatura Portuguesas. Mientras cursaba sus estudios universitarios, realizó numerosos viajes por Europa siguiendo las huellas de los autores que había encontrado en la biblioteca de su tío materno. En uno de esos viajes, encontró en París el poema Tabacaria firmado por Álvaro de Campos, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa, en la traducción francesa de Pierre Hourcade, y se deduce que de aquí sale la intuición de que había encontrado el tema para los próximos veinte años de su vida. Cuando viaja a Lisboa siente una gran pasión por esta ciudad y por ello lleva a cabo una tesis doctoral sobre el surrealismo en Portugal. Realiza estudios de perfeccionamiento en la Escuela Normal Superior de Pisa y en 1973 recibe el encargo de enseñar Lengua y Literatura portuguesa en Bolonia. En 1978, se traslada a la Universidad de Génova. Del 1985 al 1987 es director del Instituto Italiano de Cultura de Lisboa. Después, durante muchos años, visceralmente enamorado de Portugal y de Pessoa, pasa seis meses en Lisboa, con su mujer María José de Lancastre (portuguesa) y sus dos hijos. Y allí escribe. La otra mitad del año transcurre en la Toscana, dando clases en la Universidad de Siena. En 1994 publicó la novela Sostiene Pereira, que lo convirtió en un escritor muy popular. Ha escrito muchas novelas, entre ellas La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, que es una novela policíaca ambientada en Oporto. Es muy conocido también por sus críticas literarias así como por sus narraciones cortas. En 2010 publicó el libro de cuentos El tiempo envejece deprisa y su último libro publicado en España ha sido Viajes y otros viajes, en el que relata su estancia en varios países del mundo. Sus libros han sido traducidos a 40 idiomas. Obtuvo el premio francés "Médicis étranger" por su novela Notturno Indiano, y el premio Campiello por Sostiene Pereira. Varios de sus libros han sido llevados al cine, entre los que sobresale Sostiene Pereira, donde Marcello Mastroianni destaca en una de sus últimas interpretaciones, en 1995, sólo un año antes de su fallecimiento. En 2004 recibió en España el Premio Francisco Cerecedo de periodismo. En 2004, el más portugués de todos los italianos  obtuvo la nacionalidad de un país al que pertenecía, de hecho, desde hacía muchos años. Fue enterrado en el cementerio dos Prazeres, al norte de Lisboa, donde, en 1935, también fue enterrado Fernando Pessoa.

La Obra. Sostiene Pereira dormía el sueño de los justos en mi ya nada despreciable y, eso sí,  absolutamente desordenada biblioteca, la cual yo, y sólo yo, soy capaz de dominar en alguna medida. Era uno de esos libros que se tienen para leer y que siempre se encuentran esperando su turno, porque indefectiblemente nos encontramos con otro cuya lectura, por diferentes motivos, nos apremia más. La muerte del autor, este mismo año, quizás obró como el empujón definitivo que necesitábamos. No hemos salido especialmente tocados por ese halo que emana de las obras maestras, hasta sentir que hay un antes y un después, pero hemos sentido la felicidad de que hemos cumplido con un deber que no nos traicionó, como Pereira tampoco se traicionó, finalmente, a sí mismo.  ¿Se basó Tabucchi en un hecho real? Parece que sí. Se trata de una historia más bien corta, en la que se entremezclan los recuerdos del pasado del protagonista, del tal Pereira, al que sólo le quedaba ya hablar con el retrato de su difunta esposa, y lo que acaban siendo las ansias de superación ante el hecho concreto de un encuentro que conduce a un cambio radical en su vida. De fondo la situación política de Portugal y, por cercanía, también la de España de aquel año de 1938. Todo relatado como si fuera una declaración, hecho que justifica la coletilla de “sostiene Pereira”. 

Argumento. Se nos narra la vida de Pereira, un periodista de la sección cultural del diario Lisboa, viudo, apesadumbrado y con una vida bastante plana. Su profesión le limita a vivir solo, a hablar con la foto de su difunta mujer, a ir al Café Orchidea para tomar una tortilla a las finas hierbas y beberse una limonada. La llegada a su vida de un joven periodista, Monteiro Rossi, supondrá un cambio de inesperadas consecuencias. El periodista vive entre el balneario para cuidar su corazón y el control de su propia portera. Cuando decide darle cobijo a Monteiro la policía política llega a su casa y asesina al joven tras tener un altercado con el propio Pereira. El mismo escribe un artículo comentando lo sucedido y se va a Francia para huir de la dictadura brutal de Salazar.

Frases para el recuerdo:
“La filosofía parece ocuparse sólo de la verdad, pero quizá no diga más que fantasías, y la literatura parece ocuparse sólo de fantasías, pero quizá diga la verdad.”
“… nosotros somos gente del Sur, Pereira, y obedecemos a quien grita más, a quien manda.”

La crítica ha destacado el hecho de que esta novela representa  una profunda reflexión sobre la libertad y las dictaduras, a través de un  logrado y carismático protagonista –un viejo periodista obsesionado con la muerte– y sus aspectos técnicos como son  la perfecta arquitectura y esencial economía de la exposición.  La muerte, física o espiritual, se encuentra  omnipresente en la novela. Pereira “sostiene” muchas cosas, pero duda de que él mismo no se esté convirtiendo en un muerto en vida, conformado a un pensamiento que no es el suyo, olvidado su pasado de periodista íntegro, sometido a una ideología irracional. Al final termina redimido. Tabucchi escribe sobre un período negro de la historia, pero lo hace para resaltar muy especialmente la dignidad del individuo que es capaz de  resucitar para ser él mismo y volverse a considerar un ser vivo.
   
 
La vida es muy fácil malgastarla.
   
 
 
 
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