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La autora. Nacida en Ottawa, 1939. Prolífica escritora canadiense, poetisa, novelista, crítica literaria, profesora y activista política, que siempre ha estado interesada en los derechos humanos. En la actualidad divide su tiempo entre Toronto y Pelee Island, en Ontario. Comenzó a escribir a los 16 años. En 1957 inició sus estudios en la Victoria University de Toronto y se graduó en 1961 como licenciada en filología inglesa. En 1962 obtuvo un master en el Radcliffe College de Harvard. Ha impartido clases en la Universidad de British Columbia (1965), en la Universidad Sir George Williams de Montreal (1967-1968), en la Universidad de Alberta (1969-1979), en la Universidad de York de Toronto (1971-1972), y en la Universidad de Nueva York.Ha escrito novelas de diferentes géneros. En 1969 publicó la mujer comestible, en la que se hacía eco de la marginación social de la mujer, a la que siguieron Resurgir (Surfacing) (1972),Doña Oráculo (Lady Oracle) (1976),Nada se acaba (Life Before Man) (1979) - finalista del Governor General's Award en 1979-,Bodily Harm (1981), El cuento de la criada (The Handmaid's Tale) (1985) - ganador del Arthur C. Clarke Award y el Governor General's Award en 1985-, Ojo de gato (Cat's Eye) (1988) - finalista del Governor General's Award en 1988-,La novia ladrona (The Robbery Bride) (1993) - finalista del Governor General's Award en 1994-,Alias Grace (1996) - ganador del Giller Prize y finalista del Governor General's Award en 1996-, El asesino ciego (The Blind Assassin) (2000) - ganador del Booker Prize y finalista del Governor General's Award en 2000-, Oryx y Crake (Oryx and Crake) (2003) - finalista del Governor General's Award en 2003-,Penélope y las doce criadas (The Penelopiad) (2005) - nominado al IMPAC Award en 2006-, El año del diluvio (The Year Of The Flood) (2009), Maddadam (2013), Scribbler Moon (2014), Por último, el corazón (The Heart Goes Last) (2015), La semilla de la bruja (Hag-Seed) (2016). Su producción poética también es muy significativa, así como la de cuentos, libros para niños, ensayos y guiones de televisión. Ha sido traducida a muchos idiomas y ha recibido un gran número de distinciones, siendo una de las escritoras canadienses de mayor renombre internacional. La serie televisiva de El cuento de la criada se estrenó en abril de 2017.
La Obra.
Se trata de lo que se denomina una narración de ciencia ficción distópica. Distopía o cacotopía son términos antónimos de eutopía, significando una «utopía negativa», donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal, representando una sociedad hipotética indeseable (Wikipedia). Se trata de una de las obras más importantes de esta prolífica escritora. Avalado, en el momento que leo el libro, por ocho ediciones y una serie televisiva, con todo lo que eso representa a la hora de catapultar una obra a la cumbre del éxito.
 Argumento. Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder, transformando los Estados Unidos en la república de Gilead, una especie de teocracia basada en el puritanismo y en la interpretación extrema del Antiguo Testamento, en el que la sociedad se organiza y estructura de manera patriarcal y arcaica. Como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. En Gilead, el mundo se divide en varias categorías: los Comandantes organizan la sociedad empleando la religión como arma mientras que sus mujeres, las Esposas, se quedan en casa,esperando de forma paciente y retraída a que las Criadas tengan los bebés que ellas no pueden. En un mundo futuro en el que la contaminación química ha reducido drásticamente la fertilidad de todos los seres humanos, una mujer a la que llaman Defred empieza su trabajo como criada en una nueva casa. De ella solo se espera que se mantenga callada, quieta, y que tenga los hijos que Serena Joy, la mujer del Comandante, no puede tener. Si Defred se rebela –o si, aceptando colaborar a regañadientes, no es capaz de concebir- le espera la muerte en ejecución pública o el destierro a unas Colonias en las que sucumbirá a la polución de los residuos tóxicos. Pero nadie, ni siquiera un gobierno despótico, puede gobernar el pensamiento, y menos todavía los deseos de una persona.
La obra me gustó, me atrevo a catalogarla de magnífica. Buena traducción de Elsa Mateo Blanco. Innegable la maestría, el oficio de la autora, capaz de articular un brillante testimonio contra la misoginia, la violencia machista institucionalizada y el fundamentalismo religioso de cualquier signo. Llamada de atención al empleo sin control de productos químicos y sus consecuencias, entre los que estarían la infertilidad masculina, un tema sobre el que bajo el epígrafe de disruptores endocrinos, yo mismo he escrito en diferentes revistas y libros científicos. A mi modo de ver, una de las consideraciones esenciales a las que nos conduce este libro, entre muchas otras, es a la de alertarnos sobre la rapidez con que se pervierten las ideas, que derivan en controles y actuaciones de rivalidad que con frecuencia surgen de los mismos que deberían estas más interesados o interesadas en defenderlas. Así somos los humanos y eso no es ficción. Por lo demás, aunque lo que se cuenta en este libro parezca imposible que pueda suceder, no está de más recordar, como asegura la propia autora, que “en determinadas circunstancias, puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar”.
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