Cyril Aydon . Historia del hombre. 150 mil años de historia de la humanidad. Barcelona, Editorial Planeta.

   
 

El autor. Nació en Inglaterra en 1933. Colaborador en revistas científicas. Entre sus libros destacan una exitosa biografía sobre Charles Darwin (2002) y otro titulado Curiosidades científicas (2006).

 


La Obra.



La obra que hoy comento no guarda relación con ninguno de los libros comentados por mí hasta el presente en esta Web. En la actualidad proliferan las novelas históricas y, en efecto, aunque el libro que hoy presento casi se lee como tal, en base a su amenidad y a su estilo dinámico, lo cierto es que va más allá, se trata nada menos que de la historia total, la historia del mundo. El lector tendrá la sensación de sentirse atrapado, con deseos de no abandonar. El relato parte de un primigenio hogar en África y después de contarnos todas las aventuras y desventuras que le suceden después a la especie humana,  el autor concluye con que “todos somos africanos, si bien unos más pálidos que otros”. Así que el final guarda estrecha relación con el principio.

Leyendo este libro tenemos la impresión de que hemos encontrado la manera perfecta de refrescar todo aquello que con tanto tesón fuimos aprendiendo en las aulas estudiantiles pero, ahora sí, de una manera extremadamente fácil y, a la vez, muy instructiva, haciendo posible que la lectura se muestre asumible sin necesidad de ser un experto, ni mucho menos. Se deduce de lo anterior que la obra para los verdaderamente aficionados a la historia, aunque no caiga en simplificaciones,  se pueda considerar demasiado elemental.

A pesar de que, como es lógico teniendo en cuenta los orígenes del autor, se puede constatar un trasfondo de mayor protagonismo por parte del reino Unido, el tono general de la obra resulta aceptable, incluso sorprendentemente objetivo,  y, por lo que a nosotros respecta, después de adjudicarnos una de cal, a la que no encontramos nada que refutar: “Pero la enorme ventaja inicial con que partía España se desperdició en alardes mundanos y en guerras dinásticas, y la innata inteligencia de su pueblo quedó reprimida por las cadenas de un arcaico sistema de clases, y por las limitaciones intelectuales impuestas por una iglesia inmoderada”, nos despacha con la de arena, refiriéndose a los tiempos actuales: “España comenzaría entonces a ocupar el lugar que le corresponde en los organismos internacionales y en las operaciones comerciales a nivel mundial. Un lugar que merecían tanto su propia historia como el talento de sus habitantes”. Esto último lo decía allá por el 2008 y me pregunto cómo nos vería hoy.

Muy interesante el capítulo “El descubrimiento europeo del arte y de la ciencia”, en el que se habla de los factores que contribuyen al avance científico, y que concluye así: “Es decir: ningún hombre (o mujer) es una isla, y las grandes obras de arte, al igual que las obras científicas, son el resultado final tanto del esfuerzo de sus propios creadores como del medio social en que fueron concebidas.” 

Muy recomendable la lectura completa de esta historia, enfocada de una forma muy personal y lúcida, que nos ayudará a refrescar nuestros conocimientos y a comprender mejor la razón de los cambios más cruciales que ha protagonizado la humanidad a lo largo de los últimos 150.000 años.



 

 

   
 

Algo seguro, de momento: nadie sabe cómo se creó el mundo.

   
 
 
 
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