El autor: Nacido en París en 1965. Fue pintor y más tarde fotógrafo y escritor. Publicó toda su obra en un periodo de seis años. A sus tres libros de fotografía, Angoisse (2002), Reconstitutions (2003) y Fictions (2006), se suma su obra narrativa, Oeuvres (2002), Journal (2004), Autorretrato (2005) y su obra póstuma Suicidio (2008), que envió a su editor tres días antes de quitarse la vida a los cuarenta y dos años.

La obra: El autor nos ofrece en Autorretrato, a lo largo de 126 páginas sin un punto y aparte, su desnudez emocional y física. Comencé el libro con un cierto grado de desconfianza y limitadas esperanzas, esperando encontrarme el experimento de turno, pero lo cierto es que pronto me sentí atraído por una prosa innovadora, vivificante,  amena,  que encadena no solo recuerdos. Resulta un libro inclasificable, que se goza de la primera a la última página.   Aunque se ha relacionado la escritura de Levé con la de uno de los mayores experimentalistas de la literatura francesa, Georges Perec (autor de La vida, instrucciones de uso y Suicidio, instrucciones de uso, obras citadas al comienzo de este libro), Autorretrato es una suerte de versión de Yo me acuerdo (Berenice), elaborado con frases cortas, que le sirven al autor para desgranar sus vivencias, lo que le gusta y lo que no, sus sentimientos, y para hablarnos de cómo es su cuerpo, de sus hábitos, de su timidez, de su pasado, de lo que le espera, de sus primeros intentos de suicidio, de la muerte, de literatura, de mujeres… Autorretrato nos resultó un libro muy bello y muy triste, una sorpresa inesperada, donde cada línea surge a la luz, pincelada a pincelada, extraída desde las profundidades del yo. Se cierra con esta frase: “El mejor día de mi vida quizá ya haya pasado.”